Dos hombres han fallecido en julio y cuatro en la primera quincena de agosto.
La última víctima ha muerto esta tarde en el Hospital Clínico de Valladolid como consecuencia de las graves heridas causadas por un novillo.
Se trata de José Alberto Peñas López, concejal del pueblo vallisoletano de Traspinedo, de 36 años, que participaba en el encierro de las 9.30 y que se vio sorprendido por un giro repentino del animal en el último tramo del recorrido urbano, justo antes de entrar en el callejón que conduce a la plaza.
El alcalde del municipio, Jesús Bazán, que va a proponer decretar varios días de luto, ha explicado que el fallecido era concejal desde mayo, estaba casado y "era un chaval lleno de vida, proyectos e ilusiones que ahora se han truncado".
Anoche falleció otro hombre, de 32 años, en la localidad de Museros (Valencia) al ser corneado por un toro durante los festejos del "bou al carrer" (versión de los encierros taurinos), sobre las 20:00 horas.
La víctima, que no tuvo tiempo de refugiarse detrás de las barreras, fue trasladado al Hospital Clínico de Valencia sin apenas signos vitales, entró en parada cardíaca y falleció.
Además, este mismo viernes falleció un hombre de 55 años que fue corneado el día anterior en un encierro en Blanca (Murcia).
Y el domingo 9 de agosto, otro hombre, de 32 años, falleció tras ser corneado en el cuello en un encierro en Villaseca de la Sagra (Toledo). La víctima grababa con su teléfono móvil y no se percató de que el animal se acercaba.
En julio, el día 5, un hombre de 54 años recibía una cornada en los festejos taurinos de las fiestas de Sant Pere que se celebran en el barrio del Grau, en Castellón.
Los servicios médicos del recinto le realizaron una primera asistencia de urgencia en el lugar del suceso, y fue trasladado al hospital General de Castellón con pronóstico grave, donde falleció pocas horas después.
Y el día 14, en Pedreguer (Alicante), un turista francés de 44 años perdió la vida tras ser corneado por un toro durante los espectáculos taurinos municipales.