de un presunto delito de estafa continuada, a dos años de cárcel, a 1.200 euros de multa y a que indemnice a diferentes víctimas en 71.907,25 euros.
Según recoge la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, a principios de 2012, el acusado, propietario de un gimnasio y sin intención de devolver el importe de las cantidades recibidas, contactó con un cliente habitual y le ofreció la posibilidad de ser accionista.
Éste le entregó, en dos pagos, 6.400 euros, y, cuando el perjudicado le reclamó que le devolviera el dinero, le hizo un talón por 7.000 euros que no pudo cobrar porque la cuenta estaba sin fondos.
A lo largo de los años 2011 y 2012 actuó de forma similar con varios clientes. A uno le pidió 32.000 euros, alegando que tenía que realizar pagos urgentes, que dijo devolver con pagarés, pero que tampoco pudo cobrar el perjudicado al no haber fondos en la cuenta. A otro le solicitó 10.000 euros, con el argumento de asociarse para abrir un nuevo gimnasio.
Así actuó sucesivamente hasta acumular dinero que no devolvió, con pretextos falsos, a siete personas o entidades por un importe total de más de 71.000 euros, que ahora tendrá que devolver a los perjudicados en forma de indemnizaciones.