Rutas de Senderismo. Después del éxito de las anteriores por escenarios de Letur, Tobarra, Alcaraz, Paterna del Madera y Madrigueras, este evento regresaba de nuevo a La Manchuela, esta vez para adentrarse en el río Júcar desde Valdeganga.
Era la ruta más larga de todas, en esta I edición de la actividad de la Diputación Provincial, denominada “Sendero Río Júcar” PR-AB 06, un recorrido circular que comienza y termina en el casco urbano de Valdeganga, de 21,600 kilómetros de longitud.
Después de varias horas descubriendo la belleza de esta parte de La Manchuela, los participantes narraban así la experiencia vivida:
“Tras un saludo de bienvenida del alcalde de Valdeganga, Fermín Gómez Sarrión, que nos acompañó durante toda la ruta, y con un poco de lluvia, a las nueve y media en punto, salimos de la Calle Vereda.
Después de recorrer unos 50 metros por el casco urbano y coger el camino de la Cuesta Blanca, rodeado de campos de cultivo y de monte bajo, en el que nos encontramos con una enorme red de caminos y senderos entre los que se encuentra la Cañada Real de los Serranos, vestigios de la antigua vía pecuaria para la trashumancia del ganado desde el alto Júcar en Cuenca hasta la zona de Valencia, Alicante y Murcia.
De ahí que durante la ruta nos encontremos numerosas construcciones de piedra seca tradicional asociadas a las labores del campo, que se utilizaban antiguamente para refugiarse, como el Cuco Cuesta Blanca y el del Conde.
Conforme íbamos avanzado, por un camino cómodo, aunque con charcos y barro, el sol iba apareciendo de vez en cuando, hasta que al final decidió quedarse. Con el buen olor que desprenden las plantas aromáticas de nuestro alrededor, a unos ocho kilómetros ya se ve cómo se va encajando el camino y la vegetación cambia, estábamos entrando en el valle del Júcar.
Comenzamos a descender hacia el Río Júcar y paramos a ver unas espectaculares vistas de la pedanía de los Alcozarejos con el río a sus pies y la hoz que este formaba. En este marco encantador, aprovechamos para descansar y almorzar.
Continuamos nuestra marcha hacia el río y vamos observando la asombrosa geología de la zona, vemos cómo la erosión y el paso de los años han hecho un cañón impresionante, y a sus pies distintas construcciones pegadas a la roca y con las huertas tan fértiles en esta zona.
Giramos a mano izquierda para seguir ya por sendero en dirección a Alcozarejos, que veíamos desde arriba. Observamos el bosque de ribera con la espectacularidad de los colores de las hojas, todavía presentes algunas en los arboles y en otras zonas tapizando el camino. Seguimos por la orilla izquierda al río a contracorriente, por la falda del cañón, con sus suaves pero gigantescas formas en la roca, un espectáculo digno de ver.
Pasado Alcozarejos no paramos de ver gran cantidad de pescadores, incluso muchos cogiendo sus capturas, cabe recordar que esta zona esta acotada de pesca intensiva.
Al margen derecho, casi durante todo el recorrido vamos viendo la importancia que el río tenía en los antiguos pobladores, ya que las construcciones y las huertas pegadas a su margen son muchas, y casi todas a día de hoy abandonadas.
Este recorrido por el margen del Júcar, de unos doce kilómetros, nos llevará hasta Puente Torres, pedanía de Valdeganga, y seguidamente a las ruinas de la ermita de San Benito o del Santo, edificio del s XV de gran importancia antaño, ya que era un lugar de peregrinación, hoy recuperada parte de lo que quedaba en pie.
Ya desde aquí solo nos quedan 2,5 km para llegar al pueblo de Valdeganga, a una zona de recreo habilitada para el ocio y el disfrute de los vecinos, pegada al río; una bonita zona, desde donde parte la Calle Cuesta el Río, que buen honor hace a su nombre y que nos llevará al punto de partida cinco horas antes”.
La siguiente ruta será el sábado día 13 de diciembre en Caudete, denominada “Circular Sierra Oliva” de 18 kilómetros de distancia, de una dificultad media, con salida a las 9:00 horas desde la calle José Ruiz y Ruiz, 18 de este municipio.