Al partido de Pablo Iglesias, Podemos, de aquí a las elecciones de Mayo del año 2.015, le espera un ataque frontal y por todos los flancos para hacerle morder el polvo y le buscarán las cosquillas y los puntos flacos allá por donde sea necesario y preciso para hacer ver ante la opinión pública que tanto su líder como sus correligionarios son de carne y hueso, o sea, poco más o menos, o sea, más, que los demás integrantes de los Partidos Políticos englobados baja ese epíteto “casta” que les define a la perfección y, por tanto, hacerles callar la boca en cuanto redentores de la depravación, la degeneración, la perversión la sinvergonzonería y la miseria que ha corroído y corroe los cuerpos corruptos de quienes integran esa “casta” que sus componentes han querido vendernos como beatífica y poco menos que incorrupta.
Y es que, los partidos tradicionales, los que se han llevado el gato al agua durante casi cuarenta años de dictadura democrática, o sea, PSOE y PP, o viceversa, y que han campado por sus respetos por toda la faz de este país, aún hoy, a duras penas, llamado España, conformando un bipartidismo, que les ha ido de puta madre y que les ha producido muy buenos réditos, mientras al pueblo llano, el que sostiene los cuatro palos del sombrajo de lo que otrora fuera una España, Grande y Libre, lo han utilizado como cobayas, como masa de carne con ojos para sacarle, precisamente, esos ojos, teniéndolo adormilado, drogado diría yo, bajo el mantra de un Estado de Bienestar (educación, sanidad y justicia universales, etc, etc.) que si alguna vez estuvo constituido, que lo dudo, poco a poco se ha ido desinflando como un globo pinchado, o se ha ido desleyendo como un azucarillo en aguardiente, manteniéndolo en la penumbra y en la opacidad más falaces y sangrantes que uno pueda imaginar para seguir asiendo el timón entre las manos a fin de dirigir la nave hacia el puerto de arrebatacapas y nutriendo de un botín muy sustancioso las bodegas de ese navío pirata, pero que navegaba y navega bajo bandera española.
Ahora, ante la alarma que ha corrido por las venas de todos los integrantes de esa “casta” casposa, acomodada, adoquinada, almibarada, deleitada en sus propias heces, al comprobar cómo, encuesta tras encuesta, en intención de voto y en valoración de líderes, Podemos (ese partido surgido del 15M) y Pablo Iglesias, arrasan, incluso llegando a ser la fuerza preferida en la Comunidad de Navarra, donde en principio parece que no se presentan, y, según una encuesta que desvela El Diario el Mundo, a nivel nacional aparecen como primera fuerza en intención de voto, dos puntos por encima del PP y más de ocho puntos por encima del PSOE, y a quienes ningunearon integrándolos en la categoría de “perroflautas” y “frikis”, ahora, repito, ante el peligro que supone la ascensión constante de un partido salido de las raíces del pueblo español y que empieza a arraigarse firmemente, ha llegado el momento de dirigir contra ellos toda la artillería, la infantería y la flota, aérea y naval, de que disponen los enquistados en la poltrona del poder y de la oposición (poltronas son todas al fin y al cabo) para arremeter y tratar de doblegar la fuerza pujante que mana del pueblo, a fin de preservar los privilegios y prebendas de que siempre ha gozado la “casta” y que permanecían ocultos a los ojos de la plebe, hoy inmersa, en un estado de pobreza, miseria, hambre, horror y espanto, del que tiende a salir luchando contra los imponderables y las piedras o chinas que en su camino van sembrando quienes han gozado hasta el día de la fecha y pretenden seguir haciéndolo en el futuro de una posición privilegiada, de un estatus acomodado y aventajado, instalados sobre el bien y el mal, y quieren seguir dictando los dicterios, las soflamas y las reglas por las que han de regirse quienes con el sudor de su frente y, a veces, bastantes ya, con la sangre, se ganan el pan de cada día, el día que hay pan.
Si no, no se entiende la alarma que como la marabunta o la langosta ha invadido el cuerpo de la “casta” en su integridad, ante lo que se avecina; por ello, ha empezado el ataque frontal y total a fin de hundir la flota de Podemos, dejándola para los restos como quedó la Armada Invencible tras la batalla en 1.588, en tiempos de Felipe II. Y, en este sentido, cualquier cosa, cualquier pequeña cosa, se magnifica para llevar a la mente ciudadana la creencia de que quienes aspiran a acabar con la dictadura de la “casta” no son más que meros integrantes o, al menos, aspirantes, a instalarse en la misma. De esta guisa, ha sucedido con el tema menor de los 1.825 euros al mes, fruto de una beca de investigación concedida al miembro de Podemos Iñigo Torrejón, por la Universidad de Málaga y que parece haber compaginado con su trabajo en el partido, por lo que se le han echado al cuello, como voraces lobos hambrientos, Pedro Sánchez y Susana Díaz, los jerifaltes del PSOE y de la Junta de Andalucía, que ven peligrar sus feudos ante el avance imparable de la formación de Iglesias. Y lo mismo ha ocurrido con la negativa de Pablo a acudir a una tertulia en Tele 5, donde le esperaban para hacerle añicos esos tertulianos de estómago agradecido al poder, y con cuyos dos asuntos han tratado de eclipsar a la nueva formación política y correr un tupido velo sobre la corrupción que campa por sus respetos por todos los puntos cardinales de la piel de toro.
En este sentido, el Presidente del Gobierno, parece que comparecerá apremiado por el núcleo duro de su partido (a lo mejor lo hace a través de una pantalla de plasma) en el Congreso de los Diputados para transfigurarse en el adalid, en el Caudillo, en la cabeza visible de la regeneración y desvelar el paquete de medidas que el Gobierno ha preparado para luchar contra la corrupción y a favor de la transparencia, lo cual constituirá una nueva salva de tiros al aire, unos nuevos fuegos de artificio y un intento más de hacer como que se hace algo para no hacer nada y que nada cambie. Porque más alarmante que el trabajo universitario de Errejón y la no comparecencia de Pablo Iglesias en una tertulia televisiva, lo constituye la presencia de nuestro Presidente del Gobierno y Presidente del PP, Don Mariano Rajoy Brey, en una reunión con Ángel Acebes (imputado), el arquitecto Gonzalo Urquijo (imputado) y Luis Bárcenas (imputadísimo), de la que varias fotos le fueron exhibidas a Ángel Acebes por el Juez Ruz en el interrogatorio que éste le hizo a aquél el pasado 28 de Octubre y para contrarrestar su declaración de que no conocía al Arquitecto (¡tierra trágame!, creo que musitó Don Ángel). Pues bien, ante la ya incontestable cuestión del pago, en parte, de la reforma de la sede de Génova, sede del PP, al mencionado arquitecto, en negro, o sea, dinero procedente de la Caja B Popular, por un montante que se sepa, a día de hoy, ascendente a 1.700.000 euros, que supondrían el devengo de 357.000 euros de IVA, ingreso que se le ha escamoteado a la Hacienda Pública, lo normal en un país democrático de verdad es, qué menos, que un intento de explicación de nuestro Presidente acerca de las dos cuestiones: el dinero en B y su imagen en la fotografía aludida como premisa previa a desgranar las medidas contra la corrupción y sobre la regeneración democrática, que ya de por sí este anuncio deja desnudo el estado moral, ético y de honradez de quienes nos gobiernan y manejan la Caja Pública de Caudales. Por cierto, ¿ha tomado ya cartas en el asunto el Ministerio de Hacienda dirigido por Montoro, para inspeccionar al citado Arquitecto y al Partido Popular y exigirles las responsabilidades fiscales y, acaso, penales, que puedan derivarse de esta estratagema urdida por quienes nos están gobernando?. ¿Dónde está el Fiscal General del Estado?.
Pues parece que ni están ni se les espera, mientras los españolitos de a pie tenemos que seguir ingresando el IVA no cobrado y que no sabemos si llegaremos a cobrar, en las Arcas del Estado, para que luego, un chorizo cualquiera meta la mano y se lleve la pasta.
Por otra parte mal camino llevamos en aras de la transparencia y la lucha contra la corrupción, si en relación con el reciente caso de los viajes del Presidente de Extremadura, José Antonio Monago, cuando era Senador y con cargo a la cuenta del Senado, la única solución a la que han llegado PP y PSOE es publicar trimestralmente el gasto global en viajes de Diputados y Senadores, o sea, que transparencia, “res de res”, que diría el President de la Generalitat Catalana, Artur Mas. Y en el mismo sentido el Ministerio de Hacienda ha aplazado “sine die” la posibilidad de que el Tribunal de Cuentas fiscalice a fondo los balances de la Casa Real, del Congreso de los Diputados y el Senado, del Tribunal Constitucional, del Consejo General del Poder Judicial y del Defensor del Pueblo, impidiendo que cada uno de estos Órganos Constitucionales, no integrados en la Administración General del Estado, sean responsables de sus propias cuentas, cuando así estaba previsto en los Presupuestos Generales del Estado para el año 2.015, lo que ha sorprendido y escandalizado a los propios miembros del Tribunal de Cuentas. ¿Y estos sujetos son los que se autotitulan cabezas y adalides en la lucha contra la corrupción y en pro de la transparencia?
MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ
26 de noviembre de 2014
Si (
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