El profesor Manuel Castilla-Garzón, catedrático de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada; y el doctor Manuel Gargagallo, de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Torre de Madrid; han sido los encargados en presentar estas conclusiones a los médicos colegiados de Guadalajara en la Monografía Científica del IV Simposio Internacional de la Cerveza, ha informado la Asociación Cerveza y Salud en nota de prensa.
El doctor Gargallo ha afirmado que "de acuerdo con recientes investigaciones, un consumo moderado de cerveza, manteniendo un equilibrio calórico, no tiene por qué repercutir en un exceso de peso ni en un incremento del perímetro abdominal".
Y es que, como ha explicado, la cerveza tradicional supone sólo unas 45 calorías por cada cien gramos y 17 calorías en el caso de la cerveza sin alcohol. "En el tratamiento dietético del obeso es ineludible asumir de antemano el más que probable consumo de bebidas fermentadas por parte del paciente", ha explicado.
Entre las recomendaciones dirigidas a las personas en tratamiento dietético, se aconseja mantener siempre el consumo de cerveza dentro de lo que se define como moderado --2 o 3 cervezas al día para los hombres y 1 o 2 para las mujeres--, tomarla tras haber calmado la sed con una bebida no calórica, intentar sustituirla en la mayoría de los casos por cerveza sin alcohol y ofrecer unas pautas de intercambio calórico.
"Por ejemplo, a la hora del aperitivo es importante evitar alimentos ricos en grasas, que se pueden sustituir por encurtidos como pepinillos, cebolletas, anchoas o piparras", ha indicado el doctor.
Según han explicado, existen numerosas evidencias científicas que desligan el consumo moderado de cerveza de la obesidad. En esta línea, la investigación entre el consumo moderado de cerveza tradicional y sin alcohol y la composición corporal, realizado por la investigadora Ana Veses Alcobendas, refleja que un consumo moderado de cerveza no provoca aumento del peso ni modificaciones en la composición corporal.
Entre otros parámetros, el estudio analizó la ausencia de variación en el peso, el índice de masa grasa y masa corporal. Igualmente, se llevó a cabo un análisis dietético y de la actividad física realizada por los sujetos en el periodo del estudio y se realizaron mediciones de los pliegues cutáneos y de las circunferencias corporales.
Así, las mediciones antropométricas determinaron que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, no modifica la circunferencia del brazo, cadera y cintura; y tampoco registraron alteraciones significativas en los pliegues cutáneos.
Rehidratación
Al realizar ejercicio se aconseja mantener una correcta hidratación y diversos estudios demuestran que el consumo moderado de cerveza puede ser una opción saludable para evitar la deshidratación del deportista, tal y como han explicado en Guadalajara los expertos.
"Su alto contenido en agua, su contenido de vitaminas, minerales y fibra, su bajo aporte calórico y su baja graduación alcohólica hacen de la cerveza una bebida interesante para el mantenimiento de los márgenes cardiosaludables del deportista y para favorecer su hidratación", ha afirmado el profesor Castillo.
Así, según una investigación realizada por la Universidad de Granada y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre la idoneidad de la cerveza en la recuperación del metabolismo hormonal e inmunológico de los deportistas tras el ejercicio físico, el consumo moderado de cerveza permite una adecuada rehidratación.
Es más, en esas condiciones la cerveza no aumenta la diuresis ni dificulta el mantenimiento de los niveles de glucosa plasmática, incluso las maltodextrinas, carbohidratos de gran interés para la nutrición deportiva y presentes en la cerveza, se metabolizan lentamente liberando unidades de glucosa que pasan progresivamente a la sangre contribuyendo a mantener los niveles de glucemia.
El profesor Castillo ha hecho referencia a la revisión bibliográfica realizada por el doctor Carlos Peñas-Ruiz, de la Universidad de Swansea (Reino Unido), y que también fue presentada en el Simposio.
"La ingesta moderada de cerveza pude compaginarse con el consumo de agua para la rehidratación tras el ejercicio", ha asegurado, ya que el principal componente de la cerveza es el agua (90%) y también contiene maltodextrinas, sodio, potasio, vitaminas y moléculas antioxidantes", asegura.
Salud cardiovascular
La relación entre el consumo moderado de cerveza y la salud cardiovascular es otro de los temas tratados en la Monografía del IV Simposio Internacional de la Cerveza. El documento recoge el estudio 'Intake of fermented beverages protect against acute myocardial injury: Target organ cardiac effects and vasculoprotective effects', realizado por la doctora Lina Badimón, directora del Centro de Investigación Cardiovascular CSIC-ICCC de Barcelona, y publicado en la revista Basic Research in Cardiology2.
Este estudio concluye que el consumo moderado de cerveza, tanto tradicional como sin alcohol, favorece la fibrosis reparativa en el corazón dañado lo que deriva en un menor tamaño de la cicatriz y una mejora en el funcionamiento cardíaco global.