Para esta puesta de largo, se contó con la presencia de la concejala de Cultura, Lucía del Olmo, y de uno de los representantes de Asociación Amigos del Carnaval, Arturo Martínez; acompañados por el joven autor del diseño del cartel, Rubén Almansa, estudiante de Bellas Artes.
Una de las principales novedades de esta edición es que el pregón se adelanta a estas fiestas para darle el protagonismo merecido, estando prevista su presentación el día 2 de febrero en el Centro Cultural San Sebastián. Un cambio que responde a la intención de realzar un momento tan simbólico del carnaval rodense, y que al venirse realizando minutos antes del inicio del desfile inaugural el foco de atención se diluía en la algarabía y ambiente festivo propio de las comparsas que se disponen a desfilar. Decisión que, remarcó Arturo Martínez, ha sido tomada y consensuada con todas las formaciones que participan en el carnaval rodense.
Se trata de la principal variación con respecto al programa de años pasados y cuyo contenido se mantiene similar a ediciones anteriores, salvo la eliminación en la tarde del mercadillo de la invitación popular a sardinas, que sale de la programación debido a la poca asistencia de público que viene registrando.
Estas son algunas de las primeras pinceladas de un carnaval que ya cuenta con quince comparsas inscritas, con sus correspondientes carrozas, y más de mil máscaras. Cifra que podría aumentar, ya que no ha acabado el periodo de inscripciones. En este apartado quiso Arturo Martínez agradecer la colaboración del consistorio en la organización de estas fiestas y sus aportaciones y ayudas a comparsas y carrozas, algo que dijo no es habitual en otras localidades.
Finalmente, ayuntamiento y Amigos del Arte quisieron agradecer la predisposición del joven autor del cartel de este año, Rubén Almansa, vecino de Villarrobledo y con vínculos en La Roda, por ofrecerse desinteresadamente para su elaboración. En este trabajo aparecen el monumento a Las Letras (erigido en su día en homenaje al filólogo rodense Tomás Navarro Tomás) como seña de identidad cultural de La Roda, junto a un personaje carnavalesco que sostiene un plato repleto de fritillas, siendo estas otro de los símbolos del carnaval rodense.