El fenómeno, que también detectaron los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sierra Nevada (Granada) y Sevilla, se produjo a las 22:07 de la noche del 23 de diciembre, ha informado en una nota la Fundación Astrohita.
Estos detectores trabajan en el marco del proyecto SMART, cuya finalidad es monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
El análisis llevado a cabo por el profesor José María Madiedo (Universidad de Huelva), investigador responsable del Proyecto SMART, ha permitido establecer que la bola de fuego se produjo como consecuencia de la brusca entrada en la atmósfera terrestre de una roca procedente de un cometa.
La velocidad de dicha roca rondaba los 43.000 kilómetros por hora, lo cual dio lugar a que ésta se volviese incandescente, generando así el espectacular fenómeno luminoso.
El evento se inició a una altitud de unos 93 sobre el nivel del mar, finalizando a una altura de alrededor de 60 kilómetros.