Dívar (Málaga, 1941) fue nombrado en 1980 magistrado de la Audiencia Nacional y luego pasó a ser presidente de este tribunal de 2001 hasta 2008, cuando fue elegido presidente del Supremo y del CGPJ, cargos que ostentó hasta que dimitió en 2012.
Sus restos han sido trasladados al Tanatorio de la M-30, donde se celebrará el velatorio a partir de las 12.00 horas, y su funeral tendrá lugar el próximo jueves a las 20.00 horas en la parroquia de Los Jerónimos.
Dívar, que habría cumplido 76 años el próximo 31 de diciembre, ingresó en la carrera judicial en 1969 y ejerció como juez en Castuera (Badajoz), Durango (Vizcaya), Orgaz (Toledo) y San Sebastián.
En 1980 pasó a ocupar la plaza de magistrado del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, donde estuvo 21 años, hasta que en 2001 fue nombrado presidente de este tribunal especial.
Como presidente de la Audiencia Nacional recibió las reclamaciones hechas, en 2004, por personal laboral del tribunal ante el "miedo" provocado a raíz de la desarticulación de una célula terrorista islamista que pretendía atentar contra la Audiencia.
En 2007 se le otorgó el Premio Diálogo a la Amistad Hispano-Francesa, que reconoce la labor de la justicia en ambos países.
Dívar fue elegido por unanimidad presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Supremo el 24 de septiembre de 2008 y durante su mandato tuvo lugar, el 18 de febrero de 2009, la primera huelga de jueces de la historia de España.
Dívar tuvo también que enfrentarse a las tres causas abiertas en el Supremo contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, a quien el CGPJ suspendió cautelarmente el 14 de mayo de 2009 de sus funciones.
El entonces presidente del Supremo respaldó a los magistrados ante las críticas recibidas por la condena a Garzón y señaló que la resolución dictada por este tribunal se había adoptado "por unanimidad, con absoluta independencia e imparcialidad" y ponía fin "a un proceso judicial transparente y lleno de garantías".
En una medida encaminada a hacer frente a la crisis económica, en 2010 acordó rebajarse en un 15 por ciento su sueldo, medida acompañada con la reducción de un 10 por ciento del salario de los vocales del CGPJ.
El fin de su carrera judicial se produjo en 2012, cuando hizo frente a una denuncia y una querella contra él por supuestos delitos de malversación de fondos públicos y estafa, esta última por los gastos en sus viajes a Marbella (Málaga).
Ambas fueron rechazadas, la primera por la Fiscalía, que la archivó, y la segunda por la Sala de lo Penal del Supremo.
Sin embargo, ante la petición de que cesara de su cargo por parte de cinco vocales y la falta de apoyo del mundo judicial, Dívar convocó un pleno extraordinario del CGPJ y el 21 de junio se hizo pública su dimisión.
Ese día, Dívar se mostró convencido de no haber hecho "nada malo" y haber sido víctima de una campaña cruel y desproporcionada.