La estafa, que se prolongó durante unos dos años, les permitió adquirir infinidad de objetos como muebles o baterías de cocina que después vendían, así como contratar seguros dentales o líneas de teléfono para ellos mismos y sus familiares.
Los cabecillas del grupo eran una pareja que vivía en el mismo edificio de sus víctimas, situado en el distrito de Puente de Vallecas, y la investigación policial se inició a raíz de una información sobre robo de correspondencia en el inmueble.
Las afectadas son dos hermanas de edad, una de ellas fallecida el pasado año y la otra con alzheimer e ingresada en una residencia, explica la Policía Nacional en una nota de prensa.
Las pesquisas revelaron la existencia de varias personas que, tras hacerse con las cartas, usaban los datos para realizar cargos fraudulentos en las cuentas de las afectadas, puesto que no podían conseguir dinero en efectivo.
Llegaron a cargarles deudas de hasta 3.000 euros en material de hostelería, ascendiendo la estafa final a unos 50.000 euros durante aproximadamente dos años.
Una vez identificados los miembros del grupo se estableció un dispositivo que culminó con la detención de cuatro de ellos en Madrid y otros dos en Toledo.
En el registro del domicilio de los cabecillas, los policías encontraron numerosos extractos bancarios y documentación de otros vecinos preparada para su inminente utilización con nuevas víctimas.
Tras su arresto pasaron a disposición judicial y dos de ellos, los líderes del grupo, han ingresado en prisión.
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