Según ha informado hoy la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha en un comunicado también hurtaron a la mujer numerosas joyas que vendieron después en comercios de Toledo y falsificaron su firma para vender un vehículo de su propiedad.
Los detenidos A.G.C., B.G.R. y R.R.A. han sido puestos a disposición del juzgado de Instrucción número 4 de Torrijos (Toledo) como presuntos autores de los delitos de blanqueo de capitales, falsificación de documento público y hurto.
Además, la expareja de la víctima, A.G.C.. ha sido investigado también como presunto autor de dos delitos de denuncia falsa.
Las investigaciones que han finalizado con su puesta a disposición judicial se iniciaron el pasado mes de julio, después de que un hombre denunciara, a través del servicio de emergencias 112, que estaba retenido contra su voluntad y maltratado por sus cuidadores en El Casar de Escalona (Toledo).
Al hacer las comprobaciones necesarias para corroborar la denuncia, que finalmente resultó ser falsa, los agentes que se acercaron al domicilio del denunciante, descubrieron que éste había vivido durante varios años con una anciana, que posteriormente fue ingresada en una residencia de mayores mientras el seguía viviendo la casa que compartían.
Tras el ingreso de su expareja en la residencia, A.G.C. contrató a un hombre y a una mujer para que le cuidaran, ya que empezaba a tener problemas de movilidad.
Desde ese momento, la supuesta víctima del secuestro, empezó a engañar a su expareja para que extrajera diversas cantidades de dinero de sus cuentas bancarias, que eran invertidas en la compra de vehículos que eran puestos a nombre de la cuidadora.
También falsificó la firma de la anciana para vender el vehículo de ésta última.
Cuando la familia de la anciana se percató de lo que estaba sucediendo, lo puso en conocimiento de la Guardia Civil e ingresó a esta mujer en otra residencia para mayores, con el propósito de alejarla de estas personas.
En el marco de las investigaciones, la Guardia Civil averiguó que un cuadro con billetes y monedas, que había sido denunciado como robado por A.G.C, había sido vendido por él mismo en un establecimiento.
Asimismo, averiguó que una parte de joyas que habían sido denunciadas como sustraídas, habían sido vendidas por la cuidadora en un comercio de la provincia de Toledo y que, "para no levantar sospechas", lo había hecho en pequeños lotes, que vendió en seis ocasiones distintas.
Con estas acciones delictivas, obtuvieron una cantidad próxima a 56.000 euros.
Cuando los cuidadores se percataron de que ya no les era posible conseguir más dinero, dejaron de atender las necesidades del hombre, lo que generó el estado de abandono en el que fue encontrado por los agentes y la posible causa que le indujo a simular también un secuestro inexistente.