cruzando la Cuerda de la Atalaya.
Paterna del Madera, en plena Sierra del Agua, constituye un espacio natural con uno de los paisajes más solitarios del sur de Europa. Es un territorio agreste, recubierto de bosques de coníferas, donde la simbiosis entre la acción humana y la naturaleza ofrece un excepcional interés, con muestras relevantes de arquitectura adaptada al medio y la insospechada belleza de todo su término municipal. Los bosques de pino son interminables y constituyen la principal característica del paisaje, extendiéndose por una sucesión de serranías que se superponen.
De seguros asentamientos ibéricos por su situación, abundancia de agua, de abrigos y cuevas; Paterna aparece en las crónicas cuando se reconquista en 1.213 por parte de Alfonso VIII, junto con los castillos de Alcaraz y de Riópar. Se sitúa dentro del Alfoz de Alcaraz y hasta fines del siglo XV fueron frecuentes las correrías de los moros por los pueblos de estas sierras por la continua rebeldía del reino de Murcia frente a la corona de Castilla.
El camino comenzará hacia la parte alta del pueblo por la senda que desciende por la Yesera, entre almendras, hasta llegar al puente de Alcaraz y pasando por el barranco por el que baja el río de la Fuente del Roble en un camino con diferentes obstáculos por el encantador paraje del Cortijo de los Tajones y el ascenso junto a la Fuente de la Juansomera.
Una ruta con altura la programada para este fin de semana en Paterna del Madera con dos puertos, uno de ellos de 1.500 metros y otro de casi 1.300 metros que contará con la colaboración de la Asociación de Amigos de Paterna del Madera y la Diputación Provincial.
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