unos hechos que ocurrieron en enero de 2016 en una nave industrial abandonada, donde el acusado dormía junto a otros inmigrantes, a uno de los cuales intentó matar.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha hecho público hoy el fallo judicial, que fue firmado en julio después de un juicio en el que el acusado, M.D., de 27 años, reconoció la agresión pero dijo que actuó porque le habían cogido sin permiso una bombona de gas para cocinar, aunque la sentencia dice que agredió a la víctima para robarle.
Hechos
El relato de hechos probados indica que sobre las 18.30 horas del 27 de enero de este año, M.D. estaba en la nave que les servía de residencia junto a otras personas sin recursos y se dirigió a una de ellas para "pedirle dinero para comprar tabaco", pero ésta se negó.
Ante la negativa, el acusado, "con ánimo de matar", según la sentencia, "le golpeó brutalmente con un palo de madera en la cabeza en tres ocasiones".
La víctima cayó al suelo semiinconsciente, y M.D. continuó la agresión, dándole "puñetazos y patadas", al tiempo que le decía "que le dijese dónde tenía el dinero".
Después le quitó los pantalones, de donde sustrajo 40 euros, lo ató de pies y manos, e "intentó asfixiarlo" con una camiseta, para finalmente lanzarle "un cubo de agua sucia".
Otros moradores de la nave abandonada sorprendieron a M.D., y éste huyó saltando un muro con los 40 euros que obtuvo en el robo.
La sentencia señala que hubo alevosía porque el procesado dio el primer golpe "por la espalda" y con ánimo de acabar con la vida de la víctima, a quien "intentó estrangular" en el suelo.
La condena de prisión es de 12 años por el asesinato intentado y de cuatro años por el robo con violencia.