Esta línea de ayudas es según UPA "una de las pocas que diferencian al agricultor y ganadero profesional, del que no lo es", y desde la organización recuerdan "la importancia de estas partidas, que no se convocaron en 2013 y que se han recuperado en 2014, y que en total beneficiaron a 18.000 perceptores en la región", han informado en nota de prensa.
"Esta ayuda está destinada compensar a los agricultores profesionales por las dificultades naturales que soportan en el desarrollo de su actividad en zonas de montaña y otras con mala climatología o suelos pocos productivos específicos de Castilla-La Mancha", aclaran desde UPA.
La primera medida tiene como objetivo evitar el abandono de las tierras en las zonas de montaña e intenta indemnizar los costes adicionales en los que incurren los agricultores y ganaderos que continúan con su actividad en estas zonas.
El abandono de estas tierras tiene "consecuencias negativas" para el medio rural y el medio ambiente y estos pagos "contribuyen a mantener y a promover los sistemas de producción sostenibles en estas zonas donde mantener la actividad se hace más difícil", según UPA.