rústica de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), donde además se han intervenido 31 kilos de cocaína.
Los arrestados utilizaban un "zulo" excavado bajo tierra para ocultar los productos químicos y todo el material necesario para la elaboración de la droga y para transportar el estupefaciente utilizaban vehículos "caleteados" que ocultaban en garajes de Madrid hasta el momento de ser utilizados, informa hoy la Dirección General de la Policía.
Las investigaciones comenzaron a finales de septiembre de 2015, cuando los agentes detectaron que se estaban introduciendo importantes cantidades de productos químicos, de los que se utilizan en laboratorios clandestinos de extracción, síntesis, elaboración, procesamiento y corte de cocaína-, en una finca rural a las afueras de Alcázar de San Juan.
El lugar localizado por los investigadores estaba rodeado por terrenos agrícolas, con muy poco tránsito y apenas vecinos, además, el perímetro se encontraba delimitado por un vallado que impedía el acceso y que dificultaba la visión del interior.
Tras localizar este enclave, los agentes investigaron a las personas que entraban y salían de la finca, lo que les llevó a comprobar que los integrantes de la organización, residentes en su mayoría en la Comunidad de Madrid, se dedicaban a la venta de importantes cantidades de estupefaciente.
A mediados del pasado mes de junio se averiguó que los individuos investigados iban a realizar un envío de cocaína desde Barcelona hasta Madrid con destino final en Alcázar de San Juan, con el objetivo de manipular el estupefaciente para su regreso al mercado ilícito.
También supieron que el transporte se iba a hacer en vehículos "caleteados" que ocultaban en garajes de Madrid cuando no los usaban para transportar droga.
Una vez identificados los responsables del laboratorio y del transporte de la droga, se desarrolló un dispositivo para su detención, llevado a cabo con el apoyo del Grupo Especial de Operaciones (GEO).
El operativo culminó con el arresto de seis personas y cinco registros domiciliarios, en los que los policías se incautaron de 31 kilogramos de cocaína, 24 de ellos en el laboratorio y siete ocultos en vehículos, además de abundante material necesario para la elaboración de la droga y 1.000 litros de precursores, sustancias sintéticas y varios vehículos.
En el interior de la finca donde tenían instalado el laboratorio se comprobó que los arrestados disponían de un "zulo" oculto bajo tierra, en el que guardaban el material necesario para el tratamiento y adulteración de la cocaína y que extraían en períodos de actividad y ocultaban nuevamente en los de inactividad.
Con anterioridad se habían intervenido en el aeropuerto de Alicante 327.500 euros a otro miembro de la organización cuando regresaba a España procedente de Rotterdam (Países Bajos).
La operación se ha llevado a cabo por la Brigada Central de Estupefacientes conjuntamente con el Grupo de Policía Judicial de Alcázar de San Juan y la Brigada Provincial de Policía Judicial de Ciudad Real y agentes del Grupo Especial de Operaciones.