El presidente de la Diputación de Albacete participó en las jornadas que conmemoran los 80 años de las Brigadas Internacionales

El presidente de la Diputación de Albacete, Santiago Cabañero, apeló a la vigencia de los valores que defendieron los brigadistas en su lucha contra el golpe militar que acabó con la II República y aseguró que la presencia en España y en Albacete de las Brigadas Internacionales “no se limitó a defender la legalidad de la República y su ideario transformador, sino una fraternidad universal contra el fascismo y el nazismo”.

Cabañero participó en las jornadas “Quijotes de la libertad”, que se están celebrando en Tarazona de la Mancha en conmemoración del 80 aniversario de la llegada de las Brigadas Internacionales a la provincia de Albacete, que también contaron con la presencia del embajador de Cuba en España, Eugenio Martínez Enríquez.

En ellas, el presidente recordó, un día después del aniversario de la Segunda República, que su norma básica era la Constitución de 1931 “calificada por los historiadores como un código de izquierdas que trazaba un programa político avanzado y que abría el camino a una democratización profunda del estado”. “Por primera vez se hablaba de la plena igualdad de hombres y mujeres, incluido el derecho al voto, de la garantía de los derechos civiles y políticos de la igualdad de todos los españoles, del divorcio, de descentralización del Estado o del laicismo”, expuso, recordando que pocos años después esos valores caían por la sublevación armada.

Por ello, Santiago Cabañero resaltó el compromiso adquirido por los brigadistas, que se trasladaron a España para luchar por esos valores “y creo necesario reivindicar ese pasado, porque es de justicia por nuestra memoria histórica y por nuestra obligación de reconocer a todos aquellos que entregaron sus vidas por la idea de la libertad, de la igualdad y de la solidaridad”. “Si no reivindicamos la memoria histórica sería justo que alguien plantease la duda de si mereció la pena”, argumentó el presidente, que subrayó que “siempre merecerá la pena luchar contra la opresión, contra la falta de libertad, contra la injusticia y contra la desigualdad, como se sigue haciendo en la actualidad”.