Mañana se clausura la exposición de la primera fotoperiodista de Toledo

, una muestra que tiene la intención de itinerar a otros municipios de la provincia.

Maite Silva, que falleció en 2012, entregó a uno de sus hijos (Enrique) un legado 63.105 fotografías que había tomado como periodista gráfica entre 1968 y 1987, una parte de las cuales conforman esta exposición y, también, el libro 'Sucedió en Toledo'.

La exposición, abierta desde el pasado 3 de marzo (el día en que Maite hubiera cumplido 84 años) en el centro cultural San Clemente, ha sido visitada por más de 2.500 personas, han señalado a Efe fuentes de la familia Silva.

Durante varias décadas, Maite formó tándem con su marido, Juan Jiménez Peñalosa, un histórico del periodismo toledano que murió poco después que ella, en 2014.

Esta fotoperiodista superó los tabúes necesarios para estar en el patio de armas de la Academia de Infantería (única mujer en aquel espacio reservado, hasta entonces, a hombres) o subir al púlpito de la Catedral Primada cuando tomó posesión el cardenal Tarancón y al altar mayor cuando le sucedió monseñor Marcelo González.

Y por su cámara pasó desde la primera piedra de la factoría de Standard Eléctrica hasta la primera movilización de sus trabajadores (1976), o un Seat 124 en la Catedral (1976), cuando entró para cargar la imagen de la Virgen del Sagrario que se iba a restaurar en Madrid