Los bomberos han intervenido ante el riesgo de desprendimiento provocado por la congelación de agua en el interior de la piedra, según han informado fuentes del Ayuntamiento de Cuenca.
Las mismas fuentes han precisado que el dispositivo ha estado compuesto por cinco bomberos, un jefe de servicio, un técnico y un sargento, apoyados por una escala y una bomba urbana ligera. El trozo de piedra suelta ha sido retirado con un vehículo de altura.
Este martes el temporada parece dar un pequeño respiro, pero el viento sigue creando problemas en varias zonas de la ciudad.