Según el escrito de acusación del fiscal, los hechos se produjeron el 6 de noviembre de 2013, cuando durante una discusión familiar una de las acusadas cogió un palo y, junto con la otra procesada, empezaron a golpear a dos sobrinas.
Durante la refriega, de un golpe rompieron una ventana y una de las acusadas cogió un cristal y se lo clavó en la mano a una de las víctimas, mientras que a la otra se lo clavó en un ojo, del que ya no recuperó la visión.
Por estos delitos de lesiones el fiscal pide una pena de nueve años de prisión para cada una de las acusadas, así como indemnizaciones para las víctimas de entre 475 y 55.800 euros por las secuelas de las agresiones.