El alcalde de Albacete se esconde entre las fiestas para que el pleno de su reprobación tenga poca repercusión

para fijar la fecha y la hora de la celebración del Pleno extraordinario en el que se debatirá si el Ayuntamiento en Pleno le reprueba por incumplir un acuerdo plenario, para dificultar al máximo que los medios de comunicación puedan cubrir su desarrollo y minimizar así el impacto que tendría en la opinión pública un hecho sin precedentes en la historia de la democracia de nuestra ciudad.

A juicio del Grupo Municipal Socialista, el hecho de que Javier Cuenca haya decidido que este Pleno para su reprobación se celebre el próximo viernes, a las 13.15 horas, constituye un intento desesperado para mitigar el deterioro de su imagen, encomendándose al puente del Pilar con la intención de controlar y mitigar al máximo la repercusión que tendrá este hecho en los medios de comunicación.

La elección de Javier Cuenca evidencia que no debe tener la conciencia tan tranquila, ni sentirse tan “orgulloso”, como declaró el pasado lunes, 5 de octubre, por haber incumplido el acuerdo plenario que le obligaba a votar en contra del Plan del Júcar, por ser éste especialmente lesivo para los intereses presentes y futuros de Albacete, y que motivó que los Grupos Municipales del PSOE y Ganemos y el concejal Pedro Soriano solicitarán la convocatoria de este Pleno extraordinario para reprobar la conducta y actitud del señor Cuenca.

No obstante, tal y como expresó el portavoz municipal socialista, el PSOE aún espera que el alcalde de Albacete recapacite y “pida disculpas ante la ciudad de Albacete por votar lo contrario a lo que decidió el órgano de decisión más importante que tiene esta ciudad, el Pleno”.

Más allá del hecho en sí, que ya es lo suficiente grave, pues con su voto a favor del Plan del Júcar, argumentó Modesto Belinchón, “Javier Cuenca ha demostrado que quiere ser el alcalde del PP y no el alcalde de Albacete, pues este Plan es especialmente lesivo y perjudicial para los intereses presentes y futuros de Albacete”, es preocupante el fondo de la cuestión, pues “cuando decidió conculcar un mandato plenario, Javier Cuenca puso de manifiesto su talante antidemocrático y su falta de respeto al máximo órgano de decisión que tiene este Ayuntamiento, el Pleno municipal”.

Asimismo, incidió Belinchón, quizás ahora que Javier Cuenca se enfrenta a su posible reprobación por el Ayuntamiento en Pleno “se de cuenta de la situación de precariedad política en la que se encuentra y que le obliga a ahormar mayorías en torno a su opción política y, sobre todo, a interiorizar que no puede vulnerar un acuerdo plenario aprobado por mayoría en este Ayuntamiento”, concluyó el portavoz municipal del PSOE.