con el fin de encontrar su alojamiento rural perfecto
El portal especializado en turismo rural, Escapadarural.com, ha analizado las preferencias de los viajeros a la hora de reservar su alojamiento de turismo rural. Según este análisis, 1 de cada 5 viajeros determina las características que debe cumplir el alojamiento para realizar la reserva.
Para llevar a cabo esta observación, el portal ha examinado las casi cuatro millones de búsquedas realizadas durante los periodos de máxima ocupación en turismo rural, que corresponden al la primera quincena de julio, momento en el que se suelen efectuar las reservas para el verano (según el Observatorio del Turismo Rural el 34,4% de los viajeros reservan con entre 15 días y 1 mes de antelación sus escapadas rurales) y la segunda quincena de octubre, momento en el cual se hacen las reservas de la época invernal.
Según estos datos, el 47,1% de las búsquedas de alojamiento para este verano incluían entre sus preferencias que el establecimiento dispusiese de piscina. Esto se refleja en los datos de ocupación del mes de agosto, que detallan que casi la mitad de los alojamientos que disponen de piscina han colgado el cartel de completo. Por otro lado, elementos como la barbacoa o el jardín, solamente han sido objeto de deseo en el 19,8% y el 15,1% de las búsquedas respectivamente. Que las casas rurales admitan animales, ocupa el cuarto puesto de las características más demandadas en verano.
En cuanto a las búsquedas realizadas entre el 15 y el 31 de octubre (datos de 2014), las preferencias del viajero cambian, situando la barbacoa en primera posición, apareciendo en el 23,6% de las búsquedas. En invierno también se tiene en cuenta a las mascotas y, por ello, el viajero marca en un 14,4% de sus búsquedas que el alojamiento sea pet friendly.
Entre las principales características más demandadas nos encontramos con instalaciones más relacionadas con el relax, como pueden ser el jardín (14,1%) y el jacuzzi (13%). Sin embargo, lo menos investigado son las bibliotecas dentro del alojamiento, pues los turistas rurales prefieren llevar sus propios libros.