El nuevo alcalde de Albacete lo decidirá Pedro Soriano

La dimisión de Javier Cuenca significa que hay que elegir alcalde y que los 27 concejales del Ayuntamiento de Albacete tendrán que decidir por las opciones que se presenten. Este jueves se verá en pleno la renuncia de Javier Cuenca y en 10 días naturales, máximo, debe haber un pleno para elegir al nuevo alcalde. Se supone que ese pleno será el 5 de julio.

La elección tiene el mismo mecanismo que tras elecciones. Uno de los propuestos deberá tener mayoría absoluta (14 votos), de no ser así gobernará la lista más votadas (el PP tuvo 10 y fue la más votada). Cabe recordar que de los 27 concejales, 10 son del PP, 8 del PSOE, 5 de ganemos, 3 de Ciudadanos y 1 no adscrito.

Por el PP ya sabemos que se presentará Manolo Serrano, primer teniente de alcalde, concejal de festejos y cultura y hombre fuerte de su partido en el Ayuntamiento. Pero habrá una segunda opción, esta vez sí se van a presentar juntos PSOE y Ganemos, a no ser que al final no lleguen a un acuerdo y demuestras otra vez sus diferencias. Parece que estos dos años les han servido para saber que además de diferencias hay paralelismo y que pueden proponer un programa de gobierno municipal respaldado por 13 concejales. En este lado también hay acuerdo y Modesto Belinchón será el candidato.

Si en la izquierda tenemos 13 concejales, por el otro lado tenemos 10 del PP a los que se puede unir o no Ciudadanos, puesto que sus votos no son decisivos aquí, ya que si la otra propuesta no llega a mayoría absoluta el PP gobierna sí o sí.

Hasta ahora hemos repasado 26 votos, pero falta el 27, el que decidirá el alcalde. La situación es simple, Pedro Soriano, el concejal 27, el no adscrito, será el que decida si Manolo Serrano o Modesto Belinchón es el alcalde.

Este concejal, conocido por su voto en contra en casi todo lo que se hace en el ayuntamiento, ha criticado duramente al PP, al ya exalcalde Javier Cuenca pero sobre todo y ante todo ha criticado y tildado de muchas cosas al aspirante del PP, Manolo Serrano. Ahora a Soriano le toca decidir entre Serrano y el aspirante de la hasta ahora oposición, por cierto también criticada muchas veces por Soriano. Aquí no vale la abstención, porque Soriano sabe que abstenerse es darle la alcaldía a Serrano. Debe votar una cosa y otra y con su voto quedará ‘retratado’ para los dos años que quedan hasta las próximas elecciones.