Cuando los primeros estadios del buen tiempo anuncian su presencia, mucha gente quiere saber cómo bajar de peso rápido.  Sin embargo, los expertos en nutrición y psicología hacen un llamamiento para concienciar a la población de que para su búsqueda de como bajar de peso rápido, hay que seguir una dieta para adelgazar adecuada para nosotros y un plan de entrenamiento diseñado a nuestros objetivos y posibilidades.

De nada sirve fijarse un objetivo muy alto si está fuera de nuestro alcance, por dedicación, naturaleza física o metabolismo. Para ello, concluyen, lo importante es acudir a los diversos especialistas implicados: nutricionistas, entrenador, psicólogo (si hiciera falta), etcétera.

Pero, ¿de dónde surge esta necesidad de emprender una dieta en verano? Los diversos expertos consultados sobre psicología y sociología remarcan tres hitos como los desencadenantes de la comúnmente denominada 'operación bikini'.

Por una parte, existe un fuerte componente de ausencia de bienestar con el cuerpo de uno mismo. Ello puede desencadenar en cuadros de ansiedad y baja autoestima que deriven en una merma del rendimiento físico y mental en el trabajo. Esto se da en la mayoría de los casos.

En el término medio, se encuentran aquellas personas que por un problema de salud grave toman conciencia de la importancia de mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludables.

Finalmente, el menor número de casos atendidos por las diversas asociaciones de nutricionistas, responde al patrón de persona que busca un simple cambio estético. En este sentido, según reconoce un dentista San Juan, lo que más se demanda en la clínica dental son el blanqueamiento dental y la corrección de dientes mediante los innovadores braquetes.

Solo en los casos más graves, se toma la decisión, siempre bajo la supervisión de un especialista en nutrición y un estomatólogo, de proceder a la cirugía como solución definitiva: personas con diabetes melitus tipo II o hipertensión arterial; personas aquejadas de un deterioro en los huesos prematuro o problemas graves a la hora de respirar.

Todos ellos son síntomas de una de las enfermedades del siglo XXI: la obesidad.  La industrialización de la producción de alimentos, y unos modos de vida más sedentarios han creado en las sociedades occidentales un auténtico caballo de batalla sanitario que cada vez afecta a más personas.

Niños a dieta

Según el informe 'Obesidad en adolescentes y comportamientos relacionados: tendencias y desigualdades en la región europea 2002-2014', presentado y elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Oporto el 17 de mayo de 2017, el 4,7% de los adolescentes españoles (considerados como tales niños de entre 11 y 15 años) presentan síntomas de obesidad.

El estudio remarca su preocupación ante lo que califican de "continuo crecimiento" en el número de niños obesos, especialmente en el sur de Europa. 

Los especialistas insisten en la conveniencia de atraer a las nuevas generaciones a la dieta mediterránea, rica en frutas -solo los consumen un 35,4% de jóvenes españoles entre 11 y 15 años-, verduras -que solo convencen a un 22,6% de los encuestados-, y pescados.

Sin embargo, donde más pesimistas se muestra el informe es en el dato de consumo de azúcares y grasas saturadas. Así, según los datos recogidos por el informe, el 12,3% de los adolescentes españoles reconocer comer dulces o refrescos diariamente.

De ahí la insistencia de los expertos en obesidad infantil para recomendar a padres y agentes implicados una dieta blanda para niños. La dieta blanda supone ir más allá de los arroces al vapor. Esta dieta para niños se basa en la eliminación de todas las grasas y fritos en su dieta para una alimentación más saludable.

Asimismo, los expertos ponen el foco en los contrastes de datos entre el norte de Europa y los datos de los países del Sur: los menores porcentajes de adolescentes obesos en el cómputo global europeo se encuentran en Dinamarca y Holanda, con un 2,3 por ciento cada uno o Noruega, con un 2,8 por ciento. 

La ansiedad, el gran enemigo

Tanto para los niños como para los adultos, el inicio de una dieta supone un riego de estrés y ansiedad muy potente que puede generar graves problemas de salud al paciente. Desde www.mindicsalud.com, psicólogo especializado en el tratamiento de todo tipo de ansiedad en adultos, insisten en la importancia de establecer unos hitos u objetivos a corto plazo sobre los que fijar una rutina nueva de alimentación y vida saludable.

Y es que los expertos no solo recomiendan la realización de una dieta equilibrada, sino que insisten en la conveniencia de complementar nuestros nuevos hábitos alimenticios con toda una serie de ejercicios y rutinas deportivas. Con ello, liberamos la mente de la temida ansiedad por comer, y trabajamos la forma física.

Para los expertos en nutrición, el ejercicio inyecta en la persona una dosis extra de concentración y bienestar físico mucho más potente que cualquier picoteo o consumo impulsivo. Del mismo modo, recalcan lo vital que es acudir a un especialista en nutrición y, en los casos más extremos, a un psicólogo experto en este tipo de trastornos.

Más del 80 por ciento de los españoles que han comenzado una dieta en algún momento de su vida reconocen que la han abandonado. Y con ello, recuperado los kilos que habían conseguido eliminar. Los expertos en nutrición insisten en que este es el mayor peligro para la salud de los interesados: no solo recuperar el peso sino importantes problemas de confianza y salud mental.