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¿Quién ganó las elecciones? (II)

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 13 de enero de 2016, 05:32h
Miguel Ángel Vicente
Miguel Ángel Vicente

Mas, volvamos a la pregunta a que se contrae el artículo: ¿Quién ganó las elecciones?, o, si queremos ser más exactos, ¿quién no ganó las elecciones? o, más bien, ¿quién las perdió?.

Hagamos un estudio comparativo entre las elecciones generales del año 2.011 y las pasadas elecciones generales del 20 de diciembre de 2.015. Por cierto, si los peperos se aferran a la tradición, en el sentido de que desde la instauración de la democracia allá por 1.979, siempre ha gobernado la lista más votada, bien por sí misma, por alcanzar la mayoría absoluta (1.982, Felipe González- 202 escaños; 1986, Felipe González-184 escaños; 2.000 José-María Aznar-183 escaños; 2.011, Mariano Rajoy-186 escaños), o con apoyos de minorías (1.979, Adolfo Suárez-168 escaños, y 183 con apoyos; 1.989, Felipe González-175 escaños, y 176 con apoyos; 1.993, Felipe González-159 escaños, y 181 con apoyos; 1.996, José-María Aznar-156 escaños, y 181 con apoyos; 2.004, José-Luis Rodríguez Zapatero-164 escaños y 183 con apoyos); o, incluso sin apoyos y en minoría (2.008, José-Luis Rodríguez Zapatero-169 escaños), no es una regla escrita que obligue a que esto sea así y haya que seguir dicha tradición a rajatabla, sin que pueda admitirse excepción alguna a dicha tradición, porque, en definitiva la tradición deja de serlo cuando por circunstancias nuevas o excepcionales debe cambiarse la misma.

Pues bien, Partido Popular, en 2.011, 44’63% de votos y 186 escaños, y en 2.015, 28’71% de votos y 123 escaños (119 si descartamos los 3 de UPN y el escaño de De la Serna, que ha pasado al grupo mixto) o sea, pierde un 15’92% de votos y 63 escaños; Partido Socialista Obrero Español, en 2.011, 28’76% de votos y 110 escaños, y en 2.015, 22’02% de votos y 90 escaños, o sea, pierde un 6’74% de votos y 20 escaños; Podemos, en 2.011 no existía como tal partido, y en 2.015, 20’65% de votos y 69 escaños; y Ciudadanos, igualmente no existía con tal implantación a nivel nacional, y en 2.015, 13’93% de votos y 40 escaños. No hace falta seguir con las demás formaciones políticas por su insignificancia cualitativa, aunque pudieran algunas ser esenciales para formar una mayoría de izquierdas.

A la vista de estos números, hay que decir que el Partido Popular, efectivamente ha sido el más votado, con un 28’71% de los votos escrutados, lo cual le deja en una situación pírrica comparando sus resultados del año 2.011 y si perdiendo 15’92% de votantes y nada más y nada menos que 63 escaños, siguen los populares alardeando de haber ganado las elecciones y que por ser la lista, comparativamente, más votada, debe gobernar sí o sí, me parece que deberían mirárselo, como suele decirse cuando se pretende algo basado en conjeturas y no en realidades, porque el batacazo es de escándalo y en cualquier país verdaderamente democrático, el líder de dicho Partido, o sea, el Sr. D. Mariano Rajoy Brey, habría dimitido y dejado todos sus cargos la misma noche electoral, en vez de salir al balcón de Génova botando como una marioneta y celebrando no sé qué triunfo y habría dejado paso a una cierta y verdadera regeneración en su partido que falta le hace, porque por mucho que cambie a los grumetes, si el capitán del barco sigue siendo el mismo del fiasco (¡de tantos fiascos!, diría yo), el barco no puede llegar a buen puerto, es más, antes que después acabará naufragando o varado en tierra firme.

En cuanto al PSOE, hay que decir que, efectivamente, ha sido la segunda fuerza más votada con un 22’02% de votos emitidos y contabilizados, perdiendo, por tanto, un 6’74% y pasando de 110 escaños a 90, lo que, igualmente que lo dicho respecto al Partido Popular, sufre una importante caída, aunque hay que decir que dados los antecedentes y la situación en que José-Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba dejaron al PSOE, bien puede decirse que ha salvado los muebles y camufla su caída comparativamente con la hecatombe del Partido Popular, pudiendo llegar a gobernar en colación con cuatro partidos más, o sea, con un quintapartito (¿PSOE-90, PODEMOS-69, ERC-9, PNV-6, UNIDAD POPULAR-2, total 176 escaños?) muy difícil, por no decir imposible, tal como se han puesto las cosas dentro del propio Partido Socialista, donde ya se han desenvainado los sables y se han afilado las navajas pidiendo la cabeza del Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, Pedro Sánchez, poco menos que en bandeja, tal como le fue servida a Salomé por Herodes Antipas la cabeza de Juan el Bautista. Cierto es que, dados los resultados, tras la salida con vocación a gobernar con mayoría absoluta propia, deja mucho que desear, y la dimisión, en su caso, del Sr. Sánchez, debería ser por sí, pero es totalmente impresentable la caza de brujas que se ha desatado dentro del propio Partido Socialista, más teniendo en cuenta que algunos de los mayores críticos con el actual Secretario General del Partido, por ejemplo, Emiliano García-Page, sustenta su Gobierno en Castilla-La Mancha con el apoyo de Podemos, sí, ese mismo Partido que para el Sr. Sánchez se le presenta como hereje. Y es que las fieras ya han salido detrás de la carnaza. En este punto, Paxi López tiene más razón que un santo: nos estamos despedazando unos a otros.

En cualquier caso, la pretensión del Sr. Rajoy Brey de seguir asido al timón de la nación, con ese 28’76% de los votos de los españoles, no deja de sorprender, puesto que el mismo Sr. Rajoy Brey negaba legitimidad al Sr. Artur Mas para liderar el proceso independentista, cuando en las elecciones catalanas del pasado 27 de Septiembre los grupos favorables a la independencia obtuvieron cerca del 48% (47’8%) de los votos (sumando los de Junts pel Sí y los de la CUP), los cuales ya han llegado, in extremis, a un pacto de gobernabilidad.

En definitiva, si hemos de señalar a un ganador de estas últimas elecciones, más que nos pese, ese ha sido Pablo Iglesias y sus 69 escaños, cuando venían de la nada; lo que no podemos decir de Albert Rivera y su Ciudadanos, al alcanzar solamente 40 escaños, aun cuando también vinieran de la nada, o no tan de la nada, pero, acaso, su derrumbe a última hora quizás se debió a declarar en vísperas de las elecciones que apoyaría a la lista más votada para formar gobierno, sabiendo que lo sería la del PP, cuando en campaña ser hartó de conjeturar y liderar la regeneración democrática y sobre todo el fin del bipartidismo y acabar con las políticas del PP y del Sr. Rajoy.

Si hay que contestar la pregunta planteada, yo señalaría como vencedor en primer plano a Podemos, de Pablo Iglesias; en cuanto al PSOE habría que decir que ha salvado los muebles, aun cuando le quieren mover la silla al Sr. Sánchez los barones que, por cierto, huelen a rancio también; Ciudadanos aparece y desaparece como el Guadiana, pudiendo considerarse también perdedor ante las enormes expectativas que se marcaron sus dirigentes; y finalmente, el Partido Popular es el gran perdedor, dados los resultados y la pérdida de poder que ello conlleva y sin que sirva de consuelo el hecho de haber sido la lista más votada, con un pírrico 28’76% del electorado.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

  13 de enero de 2016

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