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En blanco 2

Por Antonio Navarro Escudero
lunes 26 de octubre de 2015, 12:19h
Antonio Navarro Escudero
Antonio Navarro Escudero

Por primera vez desde el inicio de la democracia, la posibilidad de conseguir un acta en el parlamento español por parte de los sectores progresistas de la izquierda alternativa albaceteña es una hipótesis factible. Si nos atenemos a los resultados electorales de mayo, en las autonómicas o en las municipales, la suma de Podemos más IU o Ganemos, IU-Ganemos Ronda un 15% del electorado. Para conseguir dicha acta el porcentaje mínimo de votos debería situarse entre un 18% y un 20%, dependiendo de la participación.

Una oportunidad histórica aunque para hacerla posible se requiere de la presencia de todas las fuerzas políticas sin excepción. Para ello, serán necesarias al menos dos cuestiones básicas: inteligencia y ganas de intentarlo. Ya ni tan siquiera es necesaria la generosidad. No hace falta ser un experto en demoscopia para saber que en solitario ninguna de las organizaciones políticas de las que estamos hablando puede conseguir un número de votos suficiente como para obtener un representante en la cámara de diputados. A lo sumo, algunos se conformarán con la "pedrea" es decir, meter un puñado de votos a su grupo para el cómputo estatal.

Por otra parte, la conformación de una candidatura provincial exige a las partes una cierta autonomía respecto a la referencia estatal de cada una de ellas. Si en Madrid no han sido capaces  de alcanzar un acuerdo ¿por qué no intentarlo en Albacete?. Son pocos los lugares de España en los que no se esté negociando acuerdos de este tipo y no veo razón alguna por lo que en Albacete no pueda intentarse.

Se trata de poner en marcha un amplio movimiento popular anti neoliberal que despierte entusiasmo en la gente. Movilizar en torno a unos objetivos cuyo alcance va más allá del 20-D.

¿Es acaso mucho pedir cuando ahí fuera en la calle, en los barrios la gente lo está pasando mal y aquellos quienes tienen como objetivo principal mantener la tasa de ganancia del capital imponen todo tipo de medidas económicas, anti democráticas, generadoras de pobreza y desigualdad?.

No soy ingenuo más bien me definiría como un "pesimista resistente", pero no veo en las siglas un problema insalvable. Es una cuestión de respeto y ya empieza a resultar cansino el raca raca de la "sopa de siglas ", como si fuera un problema determinante para la mayoría de la gente, deseosa    de tener una opción con vocación de mayoría. Entendido esto último no como un desprecio a lo minoritario sino una apuesta ganadora.

Los hay quienes renunciando siempre a gobernar no dejan de decirle a los demás como han de gobernar. Suelen ser los mismos los que no aceptan más juez que su conciencia y confunden religión con política. Puntuales siempre en el despiece de los "suyos", del traidor que ha osado desviarse de su cutre ortodoxia. Con ellos nada hay que hacer salvo dejarles en sus "campanarios".

Por fortuna, no son con estos con los que intentar esta gran apuesta. Tenemos propuestas, sabemos lo que queremos. En las pasadas elecciones municipales las candidaturas concluyentes lograron movilizar y entusiasmar a la ciudadanía progresista. ¿Por qué no ahora?

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